Castilla y León es una de las comunidades autónomas más importantes de España, comenzando por el hecho de que es una de las más grandes, con un territorio de un total de 94.226 kilómetros cuadrados y una población de 2.394.918 habitantes. Además de que está conformado por un total de 9 provincias las cuales son: Zamora, Valladolid, Soria, Segovia, Salamanca, Palencia, León, Burgos y Ávila.
Si estas planeando un viaje en coche para conocer la región castellana leonés, debes contar con una ruta que atraviese sus rincones más interesantes. Si no cuentas aún con una, déjanos proporcionarte una de las más completas.
Indice de contenidos
ToggleLa ruta castellana – leonesa
La ruta castellana – leonés fue diseñada para poder conocer la región de Castilla y León lo más rápido y completa posible. Atravesando de esta manera por todos los sitios más interesantes, patrimonios naturales e históricos más emblemáticos, en la menor cantidad de días posibles. Según el plan de recorrido, tan solo tiene una duración de 4 días, pero si lo deseas puedes hacer la ruta más larga para que descanses más.
Punto de partida
Para comenzar con la ruta, el punto de partida será la ciudad de Segovia, una de las localidades más atractivas de la región. Te sugerimos que te tomes al menos medio día para conocerla ya que tiene varios rincones de interés.
Si deseas puedes visitar los siguientes monumentos desde tu coche (procura seguir el orden para aprovechar la ruta al máximo): el acueducto, el real Alcázar, la catedral, el museo de Antonio Machado, el centro didáctico, la ciudad vieja, el museo de Segovia, e mirador de San Marcos y finalmente el Palacio Real de la Granja.
Para poder llegar al último, deberás retirarte un poco de la ciudad de Segovia, ya que debes conducir por aproximadamente unos 13 kilómetros. La visita a este monumento es obligatoria, ya que es donde se encuentra uno de los mejores jardines de todo el territorio español.
Conoce otra provincia
Luego de que ya hayas recorrido toda la ciudad de Segovia, antes de terminar el día, te sugerimos que emprendas un pequeño viaje para poder llegar a otra provincia cercana y que así puedas aprovechar el segundo día al máximo. La ciudad que te recomendamos visitar es la de Valladolid.
Comenzando tu segundo día, estarás en la provincia de Valladolid y podrás degustar una deliciosa tapa para comenzar el día. Una vez que estés desayunado usarás el coche para dar un paseo turístico por toda la ciudad.
La forma en que harás el paseo turístico será visitando los siguientes monumentos el parque del campo, la plaza zorrilla, el museo casa cervantes, la plaza mayor, el pasaje Gutiérrez, la catedral, la iglesia San Benito, el colegio San Gregorio y la iglesia Santa María.
Paseando por Burgos
Desde la provincia de Valladolid, la ciudad próxima más interesante es la de Burgos, y se encuentra a tan solo unos cuantos kilómetros por lo que no demorarás más que unos cuantos minutos para poder llegar hasta dicha localidad.
Estando allí, te darás cuenta que hay un centenar de sitios llamativos por conocer, pero para que veas los más impresionantes te sugerimos que sigas la siguiente ruta por los monumentos más visitados.
El castillo Peñafiel, La plaza del Coso, Las bodegas de vino, La catedral de Burgos, el Arco Santa María, La iglesia San Nicolás, La plaza mayor, el paseo de Espolón, la plaza San Juan, La casa Cordón, La iglesia San Gil Abad, los arcos Fernán González, la iglesia San esteban y el castillo Burgos.
Finaliza en León
Tras pasar un día entero conociendo la ciudad de Burgos, lo mejor es que descanses esa noche en esa localidad y al otro día a primera hora te dirijas a la provincia de León. Sitio en donde termina la ruta castellana – leonés.
Hay varios sitios que puedes conocer en la provincia de León, algunos de los que te sugerimos son los siguientes: el monasterio, la catedral león, la plaza grano, la casa botines, el palacio Guzmanez, la muralla medieval, la real colegiata y el convento San Marcos.
No olvides degustar uno de los platillos autóctonos de la región en uno de los restaurantes de León, pues es en este poblado donde se encuentra el verdadero sazón castellano – leonés.