Ruta en coche por Galicia: ruta gallega

//

Galicia es una de las comunidades autónomas que tiene el territorio español, está conformada por las provincias de Pontevedra, Orense, Lugo y La Coruña, cuenta con una expansión territorial de 29.575 kilómetros cuadrados y una población estimada de 2.701.819 habitantes.

Si estabas pensando conocer la región de Galicia, debes saber que se trata de un territorio muy extenso, por lo cual utilizar un coche y una ruta que especifique cada uno de los rincones que realmente vale la pena conocer es muy importante. Es por ello que te tramo “la ruta gallega”.

La ruta gallega

Se trata de una ruta turística que atraviesa cada uno de los lugares más importantes de la región de Galicia, permitiendo así que se puedan visitar bosques, pueblos, miradores, playas, ciudades, prados e incluso montañas. El trayecto tiene una duración de 2 días, así que prepárate bien antes de comenzarlo.

Punto de partida

Comienza el recorrido por la región gallega en el poblado costero de Rias Baixas. Se trata de un pueblo que se ubica justo a las orillas del mar, desde el cual puedes visitar innumerables sitios interesantes. Lo mejor es que le dediques al menos medio día desde temprano para que así conozcas su casco central, algunos de sus monumentos y sus maravillosos miraderos.

Antes de mediodía te sugerimos que tomes la carretera principal y te dirijas al poblado de Santiago de Compostela, a tan solo unos cuantos minutos. Los sitios que te sugerimos visitar son los siguientes: Ría de Arousa, La Villa García y la Villa Nueva.

Conoce algunos poblados gallegos

Luego, continuando por la carretera con dirección hacia el Sur, podrás llegar hasta el poblado de Cambados, el cual más que un lugar natural es un sitio histórico, en donde se encuentran algunas de las estructuras más elegantes de la región gallega.

Para finalizar el primer día de recorrido, debes dirigirte hacia Sanjenjo, donde encontrarás unas playas muy hermosas que te provocarán bañarte. Si vas bien de tiempo puedes prepararte para echarte un chapuzón, pero si vas tarde no te preocupes ya que desde la playa podrás apreciar un magnifico y autentico atardecer gallego.

La ruta sin fin

Para el segundo día, debes prepararte para hacer un largo trayecto en tu coche, pues se trata de un viaje de aproximadamente 4 a 6 horas, en donde atravesaras una de las partes más altas de la región de Galicia, este trayecto cuenta con una distancia de casi 300 kilómetros.

Para comenzar con la ruta del segundo día, deberás viajar hasta Lugo y desde allí encontrar la carretera norte para poder llegar a las áreas de Rías Altas, la clave es siempre buscar la dirección hacia A Coruña.

Una vez terminado el recorrido podrás ir a la playa, específicamente a las zonas costeras del poblado de Ribadeo. Se encuentra justo en la vía, y la que te sugerimos visitar es la de las Catedrales.

La playa de los Catedrales es internacionalmente conocida por poseer unos arcos decorativos que fueron construidos para decorar una iglesia que se hundió con el paso de los años. Ahí no solo podrás tomarte un baño sino podrás hacer fotos para recordar la ruta por la región gallega.

Una buena alternativa por si ya has ido a la playa de las catedrales anteriormente, es que vayas a la de Ferrol, Los Doñinos. Es muy buena, tiene un agua de color cristalino, la marea es relativamente alto y su arena es fina (esta es una de las playas recomendadas para las personas que les gusta practicar el surfeo).

Al finalizar el día, podrás regresar a la provincia que desees para pasar la noche, pues ya has completado ambas rutas y todos los paraderos han sido visitados. Recuerda que si estás agotado puedes quedarte en uno de los hoteles de la vía, son seguros y ofrecen un buen servicio.

Te sugerimos que al momento que vayas a comer durante el recorrido, busques aquellos restaurantes gallegos en donde preparen  platillos autóctonos de la región, pues el sazón que tienen los habitantes de la región de Galicia es exquisito. De igual forma, no olvides probar los dulces tradicionales de la localidad de cada poblado que visites porque cada uno tiene un toque especial.